ANDALUCÍA Y SUS VINOS

El clima mediterráneo y el suelo andaluz es clave para el cultivo de la vid, actividad milenaria que perdura en nuestros días y que aporta productos vinícolas de alta calidad a nivel mundial.

Los microclimas y suaves temperaturas del sur del país han ayudado a una producción de prestigio. Esto sumado al auge del comercio marítimo que tuvo lugar durante los siglos XVI y XVII permitieron un especial desarrollo del cultivo de la vid, de tradición milenaria en Andalucía.

El sector vinícola andaluz se orienta hacia la producción de vinos de calidad. Tradicionalmente, los vinos más característicos han sido los generosos y los dulces, elaborados mediante procesos de criaderas y soleras. Son generosos en alcohol pero también delicados. Su enorme diversidad, dentro de un estilo propio, es una de las características actuales en su producción: finos y manzanillas, amontillados, olorosos, palo cortado, dulces y moscateles, etc.
Alrededor de esto se ha construido una cultura del vino configurado por bodegas, museos y fiestas.

Denominaciones de Origen

Más del 70% de los viñedos andaluces se encuentran bajo alguna de las seis Denominaciones de Origen, a las que se suman indicaciones geográficas protegidas y vinos muy populares y reconocidos.
Cada Denominación de Origen establece unos límites geográficos, así como la determinación de las variedades de vid, las técnicas de cultivo, las prácticas de elaboración y crianza.

A continuación podemos ver las diferentes denominaciones de origen que existen en Andalucía:

  • Condado de Huelva: el viñedo se extiende sobre terrenos llanos o ligeramente ondulados. Se trata de suelos de fertilidad media. Algunas de las variedades cultivadas son Pedro Ximénez, Moscatel de Alejandría o Listán de Huelva entre otros.
  • Jerez-Xérès-Sherry: el consejo regulador controla los vinos de Jerez, incluído el Brandy de Jerez.
  • Manzanilla de Sanlúcar: anteriormente perteneciente a la Denominación de Origen Jerez-Xèrés-Sherry, desde 1964 se creó una denominación propia para reconocer el carácter especial de la manzanilla. Se trata de un vino pálido, ligero y seco.
  • Málaga: en esta denominación abunda la uva moscatel y  Pedro Ximénez. Ambos son cultivados en lugares como La Axarquía, la costa occidental, la serranía de Ronda o la Comarca Norte. Su amplia variedad abarca una gran cantidad de colores y aromas.
  • Montilla-Moriles: se elabora con distintas variedades de uva blanca y puede ser un vino joven, fino, amontillado y oloroso. En esta Denominación de Origen está englobado el conocido Pedro Ximenez, que debido a sus peculiares características es popular en postres y todo tipo de degustaciones.
  • Sierras de Málaga: ampara vinos blancos, rosados y tintos de menos de 15% vol. Se pueden elaborar con una gran variedad de uva tinta como Romé, Cabernet Sauvignon, Merlot, Shyrah o Tempranillo. Entre las variedades Blancas encontramos Moscatel de Alejandría, Chardonnay, Macabeo, Colombard o Sauvignon entre otros.
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